LA ATENCION
DE LOS PACIENTES CON DIAGNOSTICOS Y PATOLOGIAS
DENTRO DEL
GRUPO DE LOS LLAMADOS PSIQUIATRICOS
Roquelina Alviz Vergara
En la relación
médico-paciente, siendo el segundo, un individuo con una patología en curso que
puede encontrarse sustraído de su voluntad, debe primar todos aquellos valores
que los vinculen con la afabilidad, la
prudencia, la tolerancia y la paciencia, aspectos enriquecedores y
fundamentales en el trato humano.
Con referencia a que
desde el punto de vista del profesional, la toma de decisiones que origine debe permite señalar e
identificar la responsabilidad en el ejercicio profesional, pues desde el punto de vista de la ética, es
necesario el compromiso de vigilancia, control y seguimiento de las
conductas asumidas frente a los usuarios del sistema en su condición de
pacientes psiquiátricos.
La atención integral a
estos paciente sin distingos de condición social, además de ser objeto de
acción por una persona instruida, debe ser analizada atendiendo la adecuada
legislación en salud que abarque la reglamentación de una sociedad en constante
dinámica de desarrollo y formule mediante actos escritos, políticas factibles
de cumplimiento.
Es estrecha la relación entre el individuo –paciente y el
individuo -profesional, ambos con valores,
principios, derechos, deberes, diferencias conceptuales, aunado a una
estructura institucional enmarcado jurídicamente en un sistema de atención
médica comprometida obligatoriamente en la búsqueda de mecanismos adecuados de
salud de una población.
La Atención Médica debe
abordar la problemática de la controversia social, el envejecimiento de la
población, el grado de descomposición de
valores, el aumento de enfermedades crónicas, los trastornos en la salud
mental o sexual que originan discapacidad,
minusvalía y alteración del equilibrio económico, social o estatal.
La búsqueda de un modelo
adecuado de atención, se centra en que ante un problema –aumento de
enfermedades de origen psiquiátrico-, se debe identificar su racionalidad para
que identificar soluciones de prevención de la enfermedad.
La propuestas de
soluciones en materia de salud mental,
no pueden ser trabajadas de manera aisladas toda vez que se deben trazar
políticas claras proyectadas hacia el futuro que garantice a los beneficiarios
continuidad en el aprendizaje y manejo de su situación de salud. En conexidad a los programas
que se construyan se debe tener en cuenta el peso de la actuación ética de los
profesionales de la salud ya que ellos en su ejercicio laboral involucran sus
pautas personales –principios y moral-,
como normas que tiene un impacto en la conducta humana y en el carácter
de cada individuo, que debe asegurar un óptimo desempeño en el plano
asistencial aunando a ello la destreza que aporta, su pericia, su objetividad
sostenida, que permitirá brindar atención integral tanto al paciente
psiquiátrico como a su familia.
La atención médica en salud
mental es un elemento importante para ofrecer calidad de vida por parte del Estado colombiano, cuyo objetivos a
desarrollar implican el uso de una
política abierta a la participación de todos los asociados, permitir el
ejercicio de exámenes imparciales a los
argumentos económicos, a la asignación de recursos y determinación de prioridades, así como a la participación en la búsqueda de los medios necesarios para
vivir bien física, psicológica, social y espiritualmente, ya que no solamente
es la satisfacción de mínimos valores como el concepto de control de la
enfermedad, tratamiento y recuperación, se conjugan nuevos criterios como el de
la dimensión de la vida, el sentido de bienestar, las metas personales de
salud, todos estos juegos gramaticales
de palabras que pueden comprometer el interés y la finalidad de las partes en
la relación, quedando uno de ellos –El Estado-, en condición de no alcanzar a
comprender y extraer del contexto social el querer y la necesidad del otro – El
Subordinado -, quien nace llevando actos de racionalidad, ignorancia, sumisión
o ciencia, propios del ser humano y
cumple con abandonarse dentro de los esquemas rígidos de un sistema de atención médica a la protección
mediante criterios desconocidos de
cobertura integral, subsidios,
igualdad, solidaridad y actos gratuitos.
Mediante medidas diversas
puede propiciarse el mejoramiento de la salud mental de la población,
siendo unas de ellas la política pública
de la prestación de los servicios epidemiológicos y la asistencia
médica, soportada en un recurso seguro –
para el caso actual Sistema General de Participaciones-, que garantice que esos
ingresos originados en el mismo progreso económico tengan la aplicación
señalada, bien sea con adecuación de los servicios públicos, mejoras
sanitarias, disminución de la carga de
pobreza o asignación social de los recursos previo a un estudio socioeconómico.
El resultado tanto para el
ciudadano como para el gobierno, a un
plazo estipulado puede ofrecer satisfacción y bienestar físico, material,
social y en su entorno mostrar como respuesta seguridad financiera, calidad y
resistencia a las enfermedades físicas y emocionales.
Otros aspectos para tener en
cuenta en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, trascienden la
esfera de la espiritualidad y es así como las variables: fatiga, sueño,
apetito, fuerza, ansiedad, ocio, depresión, dolor miedo, molestia, función
sexual, y sufrimiento, que vistos de manera aislada no comportan un compromiso
inherente al hombre biológico, cuando ello arrastra una resultante patológica,
altera el equilibrio lógico de la rutina social, familiar que amerita prevención, atención e investigación a fin de
evitar consecuencias lesivas al tan anhelado estado de bienestar.
La garantía de la prestación
de los servicios de salud a todos los habitantes, el diagnóstico, planeación y
ejecución de programas; una entidad de vigilancia y control que ponga frenos a
la improvisación de los prestadores del servicio; unos usuarios quienes
son los que se enferman y consume medicamentos, unas instituciones prestadoras
de servicios comprometidas con la garantía de la calidad, que debe contar con
una estructura física y humana para entablar la relación médico paciente,
aquella que debe ser intensamente personal, confidencial y enmarcada en criterios
de verdad.
Para propiciar atención médica
con calidad por fuera debe quedar el concepto de salud como valor mercantil,
como mercancía con un precio definido, sujeta a unas reglas de mercado con
costo, demanda y oferta.
Situaciones determinantes que
afectan la intención de acceder a la
cobertura en salud son los excesivos trámites para la afiliación, las
grandes distancias entre la viviendas de los usuarios y los centros médicos de
atención, los cobros moderadores, la invitación a aprender el
autocuidado. La máxima opción es hacer inversión económica que capacite a
los usuarios en las prácticas de prevención de enfermedades y promoción de
salud, que representen inversiones en lo económico a la entidad prestadora
pero bienestar físico y mental a los usuarios del servicio.
La calidad de vida es un
importante objetivo para tener en cuenta cuando se aplican los criterios de
intervención de atención médica. En consecuencia es imprescindible sopesar las condiciones
sociales, culturales y filosóficas de los individuos al evento de proyectar,
coordinar o estructurar un sistema de atención médica en salud mental.
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